Sáb. May 11th, 2024

    Las protestas en Bielorusia, están ocurriendo desde hacer algunos meses atrás, para ser más precisos desde el 9 de agosto, después de las elecciones presidenciales, donde la población alega que todo fue un fraude.

    Los datos oficiales arrojaron un 80 por ciento de votos a favor a Alexander Lukashenko, el cual ha sido presidente desde hace 26 años. Por lo tanto, el futuro del sistema político dependerá de las estrategias de Lukashenko, de la oposición para capitalizar el descontento de la población y contar con el apoyo federal.

    Para los partidos de oposición la ganadora es la candidata Svetlana Tikhanovskaya. Esta propone realizar unas nuevas elecciones, liberar los presos políticos y realizar algunos cambios en la constitución.

    Hasta los momentos, los partidos de oposición no tienen una estrategia confiable y viable, para cumplir los objetivos que proponen. Desde la desintegración de la Unión Soviética los bielorrusos no conocen la democracia y menos con el comunista Lukaschenko.

    La candidata Tikhanovskaya opositora ha solicitado a la ONU, no solamente repetir las elecciones presidenciales, sino que estos acepten la presencia de observadores internacionales.

    Medidas tomadas por Lukashenko

    Lukashenko tiene las intenciones de mantenerse en el poder, este tiene a su favor los cuerpos de seguridad del Estado desde el KGB, el ejército, la policía, y el servicio de inteligencia.

    Este ha realizado aparición pública en ropa militar y fusil en mano, dando a entender que si es necesario acabará con las propuestas, desacreditar a la oposición, tomar el control de los medios de comunicación tanto extranjeros como domésticos.

    El dictador bielorruso busca asegurar el apoyo de Vladimir Putin y Rusia en caso de que la situación se salga de control.

    No tiene pensado realizar ningún tipo de reforma política, debido a la pérdida del apoyo popular. Los primeros días de propuesta la policía trato de forma brutal a los manifestantes, detuvieron a muchas personas.

    Pero después de varias semanas Lukashenko creó la estabilidad flexible, prometió realizar cambios constitucionales y reformas, pero rechazo hablar con representantes de la oposición.

    El sistema de estabilidad flexible, significa que se darán concesiones mínimas, represión contra blancos concretos (ONG, partidos opositores, periodistas, ciudadanos que apoyan entidades extranjeras).

    Del comité de la oposición ya han sido encarcelados y muchos de ellos obligados a salir del país, algunos periodistas extranjeros han sido detenidos o expulsados del país.

    Lukashenko, ha tomado el control de los medios de comunicación con el fin de conservar el régimen. Este ha realizado cambios en la KGB, se han intensificado las visitas entre los políticos rusos y bielorrusos, como la visita que le realizo Lukashenko a Putin el  14 de septiembre del presente año.

    Lukashenko ha buscado asesoría para mantenerse en el poder y así evitar una guerra civil, y a su vez la intervención de Rusia, ya que se desconoce cuál sería el precio de la asesoría rusa.  Algo que no sucede cuando buscas la asesoría de un cerrajero, que siempre te dirá cuál es el precio justo del servicio que solicitas.

    Ambos líderes Lukashenko y Putin han perdido el apoyo popular, pero el Kremlin buscas apoyar cualquier gobierno q pueda controlar, evitando que este se acerque a la OTAN y que el movimiento cívico bielorruso despierte a los rusos.

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